Review 7×08 – “Argentina”
“Creo que el octavo podría ser mi episodio favorito de toda la serie”, comentaba Jennifer Carpenter en una reciente entrevista. Algunos medios americanos decían que “Argentina” nos mostraría una interpretación que bien podría valer un Emmy. Son palabras mayores, y eso hace que uno espere mucho de este capítulo. Así que, es hora de valorarlo. ¿Qué les ha parecido este episodio?
Dexter y Hannah amanecen juntos en casa
de ella, y podría parecer el bucólico y romántico despertar de cualquier
pareja, de no ser por los dobles sentidos que esconde la conversación:
Hannah habla de unas hierbas de su jardín que son su “ingrediente secreto”, mientras que Dexter, dispuesto a ayudarla, cambia un cuchillo pequeño por uno más grande, que es más de “su estilo”. Es curioso la ligereza con la que ambos bromean y sonríen hablando sobre sus respectivos y oscuros secretos.
Enseguida descubrimos el sentido del
título del episodio. Aparte de que Argentina es el lugar al que Wayne
Randall y Hannah querían huir para vivir felices, Dexter lo entiende
como ese sitio metafórico en el que uno tiene libertad para ser uno
mismo, para vivir con tranquilidad, sin máscaras. Un lugar pacífico.
La paz no dura mucho a nuestro forense asesino, porque enseguida tiene que enfrentarse a la petición que su hermana le hizo la noche anterior. “Haz lo que tú haces”, dijo, refiriéndose a Hannah McKay. Pero Dexter no está dispuesto a eso. Está a gusto con Hannah, y no quiere renunciar a esa persona. Por eso, hace gala de su habilidad para manipular, y dice a Debra que no lo hará, porque no quiere que ella sea responsable de un asesinato. Y aunque sabemos que razón no le falta, el motivo principal es otro: Dexter siente algo por Hannah.
Pero, antes de que Dexter pueda dar el “no” definitivo a su hermana, comienzan nuevos problemas. El padre de Rita tiene que operarse, por lo que Harrison debe regresar a Miami… y Astor y Cody vendrán con él. Al mismo tiempo, Isaak retoma su vendeta contra nuestro protagonista. Y, por si fuese poco, LaGuerta sigue investigando la pista de los barcos y se encuentra con indicios cada vez más preocupantes… como que Dexter cambiase de embarcadero en la época de la primera investigación del Bay Harbor Butcher. Además, está ocultando sus avances a Debra, algo que es igualmente preocupante. ¿Podría la capitana sospechar que la teniente está encubriendo a su hermano?
Esta semana, no sólo a Dexter le aprietan las tuercas. George, el gerente del Fox Hole, teme que la venganza de Isaak contra Dexter ponga en problemas a la hermandad Koshka, así que consulta con sus jefes y decide poner en marcha un plan para acabar con el problemático mafioso. Y ese plan implica a Quinn, a quien, como ya decíamos la semana pasada, tiene agarrado por las pelotas. El agente cayó en la trampa la primera vez, y ahora George puede hacer con él lo que quiera. Está metido hasta el cuello.
En resumen… Isaak ahora no tiene las
cosas tan sencillas, pero sigue decidido a acabar con Dexter. Y los
problemas para el mafioso también se convierten en problemas para Dexter
cuando se acerca demasiado a él. Y, ¿cómo solucionar esos nuevos
problemas? Bueno, los cuchillos siempre han servido bien.
“Argentina” pone a Dexter en la difícil situación de elegir entre la familia (Debra) y el “amor” o la “química” (Hannah). Y, como siempre, los eventos que le rodean se ven reflejados en su situación personal.
Por una parte, vemos que Astor está más relajada que la última vez… y no se debe sólo al efecto de la marihuana, si no que la chica se encuentra bastante perdida. Siente que no pertenece a ningún lugar, y que, por eso, debería ser lo que los demás esperan de ella, aunque sea algo malo. Dexter se reconoce en eso, salvando las distancias, y se pregunta cómo hubiese sido todo si hubiese decidido ser lo que él quería… en lugar de ser lo que Harry quiso que fuese.
De ese modo, Astor representa a la familia.
Los sentimientos son un problema en el mundo de Dexter, porque llevan al dolor. Y tras un duro día, con todos los niños durmiendo, relajándose finalmente, Dexter comete un error ante Debra, y ella descubre lo suyo con Hannah. Enseguida, el dolor puede con ella, y confiesa a su hermano los extraños sentimientos que descubrió el año pasado que tenía. La escena es desgarradora, y la interpretación de Jennifer Carpenter realmente consigue tocarnos el corazón y dejarnos, como a Dexter, sin palabras.
Ella está cansada de buscar en Dexter ese apoyo y comprensión y nunca conseguirlo, así que le echa de casa. Una discusión y una revelación como esa afectarían a cualquiera, incluso a nuestro cada vez más humano asesino. Por eso, Dex necesita calmarse… y va en busca de Isaak.
El mafioso entra a un bar gay, y finalmente descubrimos la verdad sobre la relación entre Isaak y Viktor. El duro y frío mafioso admite que ha ido allí tratando de buscar un lugar donde se siente cómodo. Viktor era su amante, y Dexter le arrebató eso. Su lugar cómodo… su persona que le permitía ser quien realmente es, sin esconderse, sin fingir. En cierto modo, Isaak y Dexter se parecen. El mafioso gay. El policía asesino. Dos personas que esconden un secreto que, dentro de su mundo, significaría su fin si se descubriese.
Por sorprendente que parezca, Isaak representa el amor.
“El amor es un arma”, “El amor desafía a la razón”, Isaak muestra, ahora que está en un entorno donde se siente cómodo, una profundidad sorprendente. El hombre tiene una comprensión del amor que está muy por encima de lo que Dexter puede soñar, y ese amor es lo que le da fuerzas y le obliga a continuar su venganza. Una venganza que debe culminar antes de retirarse a su propia Argentina personal.
Argentina es ese lugar que todos desean, un lugar a su medida, donde ser uno mismo, donde empezar una nueva vida feliz. Pero, como dice Dexter, vayamos donde vayamos, arrastramos los errores del pasado. Ya sea unas pistas que puedan suponer su caída, ya sea el daño que ha provocado a su familia… uno seguirá cargando ese equipaje en su viaje a Argentina.
Y aunque Dexter parece que ha emprendido ese viaje de ida hacia su Argentina (que es Hannah), jamás podrá dejar atrás su Miami, su familia, su hogar.
Por ahora, parece que el amor gana a la familia… pero el partido no está decidido.
“Argentina” demuestra que un episodio de “Dexter” no tiene que tener una muerte impactante o una kill room para ser fascinante. Este octavo episodio demuestra con unas profundas escenas y reflexiones que la serie es capaz de llevarnos al interior de la mente de sus personajes mejor que la mayoría.
Desde el minuto 42 en adelante, desde el momento en que Debra ve las llaves de Hannah, el episodio es una sucesión de brillantes conversaciones enmarcadas en actuaciones perfectas, culminado con un impresionante montaje musical y la voz en off de Dexter. Probablemente se trate de una de las partes más intensas de toda la serie.
La conversación entre Dexter y Debra en la que ella confiesa sus sentimientos resulta espectacular por parte de Jennifer Carpenter, una actriz que crece año a año y que no parece tener techo. Una escena como esa bien vale un premio, ojalá la actriz vea reconocido su trabajo. En relación a esto, no puedo evitar notar que últimamente nos están presentando a un Dexter más egoísta, menos relatable, quizá algo menos agradable, motivándonos de ese modo a apoyar a Debra, quien parece estar dando pequeños pasitos en dirección al centro protagónico de la serie. “Deb podría terminar siendo la heroína”, comentaba la actriz hace unos días. Cada vez estoy más convencido.
Pero tampoco puedo dejar de comentar sobre Ray Stevenson, un gran fichaje para este año, ya que su Isaak es un “gran malo” que, tras cada una de sus escenas cobra más dimensiones, más interés y provoca más fascinación en el espectador. Estoy seguro de que no soy el único que desearía que se quede una buena temporada en la serie. La escena en el bar es increíble, cómo los dos actores, en lo que puede parecer una tranquila conversación, son capaces de transmitir una tensión y una sensación de inevitabilidad en su enfrentamiento que es escalofriante. Como Isaak dice, ambos son muy parecidos, y podrían haber sido grandes amigos… pero el azar les ha convertido en enemigos, y ambos obstaculizan el camino del otro hacia sus “lugares de paz”. Un detalle curioso es que Isaak parece estar cometiendo el error que Dexter cometió con Trinity o Travis. Quiere entenderle antes de matarle. Pero, en definitiva, el enfrentamiento entre ambos está lleno de escenas poderosas como esta que son un regalo para el espectador.
El pequeño montaje musical del final, que consta de cuatro planos en movimiento con las tramas principales de la temporada (Quinn-Koshka / LaGuerta-Bay Harbor Butcher / Debra-Pasajero Oscuro / Dexter-Hannah) es la guinda perfecta para un episodio profundo, apasionante, intenso, desgarrador y que nos deja mucho que pensar y analizar. La serie ha encontrado su propia Argentina, y la hemos visto cómoda afrontando las tramas, incluida la tan polémica de los sentimientos de Debra, que ha servido para darnos esta espectacular escena y que, seguro, ha hecho que muchos demos un brinco cuando Debra dijo “Esa noche, fui a la iglesia para decirte que estaba enamorada de ti”. Incluso, la trama de Hannah, que no terminaba de convencerme, lo ha hecho esta semana.
Impresionante episodio, a mi parecer el mejor de esta temporada superando al gran “Run”, y uno de los mejores de toda la serie. Gran trabajo este año de los guionistas, que hacen que me muera de ganas de ver esa recta final que tiene pinta de ser espectacular.
IMÁGENES VARIAS:
ENLACES/FUENTES:
http://bayharborbutcher.wordpress.com/2012/11/19/review-7x08-argentina/
http://bayharborbutcher.wordpress.com/2012/11/19/debate-argentina-7x08/
http://bayharborbutcher.wordpress.com/2012/11/08/fotos-promocionales-del-7x08-argentina-spoilers/
http://bayharborbutcher.wordpress.com/tag/fotos-promocionales/
http://www.youtube.com/results?uploaded=w&search_type=videos&high_definition=1&uni=3&search_query=dexter+argentina
http://www.youtube.com/user/TVPromoHD/videos?query=DEXTER
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